Realizamos principalmente dos tipos de cimentaciones:
Por un lado, tenemos la cimentación con losa de hormigón. Este tipo de cimentación se hace de forma superficial dispuesta en una plataforma, la cual tiene por objeto transmitir el peso del edificio a colocar, distribuyendo el peso uniformemente.
Por otro lado disponemos de la cimentación por zapatas o conocidas coloquialmente como “enanos de hormigón”, se trata nuevamente de una cimentación superficial, hablamos de pilotes enterrados en cavidades hechas en el terreno y situado bajo los pilares de la estructura. De esta forma, dichos elementos reparten la carga de la misma, anclándola al terreno y consiguiendo una mayor estabilidad.